Javier Corcuera es uno de los mayores valores en el documentalismo de hoy. Reside en Madrid, España, y se ha labrado un prestigio internacional inusitado, dedibio a su breve filmografía. Se dio a conocer en el planeta con la película La espalda del mundo (2000) y desde entonces ha recibido premios de organismos defensores de los derechos humanos.
Invisibles-La voz de las piedras es una producción del actor español Javier Bardem y la ONG Médicos sin Fronteras (MSF), que narra cinco historias sobre víctimas de varias crisis internacionales olvidadas, cada una de ellas dirigida por un cineasta distinto: Win Wenders, Fernando León de Aranoa, Isabel Coixet, Mariano Barroso y el propio Corcuera.
“En este caso, la de las comunidades en resistencia en Colombia, la visibilidad, hacerlas visibles, es muy importante, porque es la única garantía de que no les vuelva a pasar lo que les sucedió. En este caso, la película tiene una utilidad directa: que aparte de contar la historia y descubrirla, se trata de evitar lo pasado”, añadió.
Experiencias que marcan
–Como artista, ¿cómo le afecta conocer estas realidades?
–Un rodaje de este tipo siempre es una aprendizaje. Siempre, también, hay cosas que nunca se olvidan. He rodado una película, un largometraje en Bagdad, donde estuvimos dos meses... son experiencias que marcan, sí, pero también muy positivamente; es decir, también en esos lugares he encontrado lo mejor, cosas que me han aportado muchísimo. En el caso de esta comunidad en Colombia: la dignidad, la fuerza de esta gente. De las mujeres, que son, sobre todo, las que organizaron el retorno. Son personas que tienen un valor increíble.
“Por ejemplo, Luz Neida Perdomo, hija de Reynaldo Perdomo, defensor de derechos humanos en Ariari y líder de esa región asesinado el 12 de agosto de 2003 por paramilitares... también asesinaron a su compañero, a su hermano, a una amiga suya con la que trabajaba organizando a los desplazados, y la descuartizaron y se la llevaron en bolsas, y a pesar de eso ella siguió dando los pasos para el retorno.
“No sólo es volver, sino reconstruir una comunidad diferente, una nueva forma de vida, crear una escuela autónoma para seguir su propia historia. Se trata de hacer una propuesta de sociedad nueva.”
Como residente en España, sus obras son producciones españolas, desde la industria de este país. Nada de coproducciones, aún. No obstante, precisó, “casi nunca ruedo en España. La industria del cine en Perú, mi país, es muy pobre y es muy difícil de hacer una producción allá. Invisibles fue rodada en agosto de 2006”.
–¿Cuánta gente ha visto Invisibles?
–No sé. Se estrenó en el Festival de Berlín, luego estuvo en salas comerciales en España, se emitió en Televisión Española, la cual tiene una audiencia bastante fuerte. Ahora estamos intentando que se estrene en varios países de América Latina.
–¿Qué opina del problema para lograr hallar exhibidores?
–No es sencillo estrenar cine documental. Esta producción ha apostado totalmente por la exhibición; es una obsesión que la vean. En donde he ido a dar seminarios sorprende la cantidad de gente que está haciendo películas. Se han democratizado las posibilidades de hacer cine de lo real. La gente tiene una camarita y una computadora pequeña y puede hacer una película. La principal preocupación de la gente es cómo se llegó a eso, sobre el método de trabajo. Yo aprendo de ellos y les enseño lo que sé. Compartimos un poco.
Para el maestro, “el único compromiso de una persona que se dedica a hacer documentales es contar una buena historia, y contarla bien, pero eso no es sólo un deber del documentalista, sino del cineasta. No pienso que el cine documental tenga que ser un cine militante; creo que el documental, como la ficción, tiene que hablar de todo y acercarse con una mirada reflexiva a un misterio más intimista, a historias sociales. Hay documentales maravillosos que no hablan necesariamente de conflictos. Lo importante ahora del cine documental es que se ha convertido en un espacio de reflexión al margen de la industria y eso tiene un lado bueno: que lo hace más libre”, concluyó Corcuera.
Via:
JornadaVisita el Blog ComicXX Ficcion en el cine | Comic XXLabels: Documental, documentalista peruano, Javier Corcuera